viernes, 31 de agosto de 2012

El gran escollo de la independencia

Traducción de El gran escull de la independència

Independentistas en Cataluña ya hace muchos años que hay, eso es evidente. Lo que sí es nuevo es que se apunten sectores que hasta ahora eran sólo "catalanistas". Sin ir más lejos, se convoca una manifestación para el 11 de septiembre con un lema independentista y son muchos los que empiezan a aventurarse a dar unos plazos en los que se puede conseguir.

Pero parece que nadie se da cuenta de que la independencia está todavía muy lejos, si es que llega algún día. El motivo es muy claro: no sé qué porcentaje de la población es independentista y cuál prefiere seguir dentro del estado, pero lo que sí tengo muy claro es el porcentaje de "futboler@s" que hay.

Imaginémonos por un momento que Cataluña es independiente. Supongamos también, que los valencianos y los de las islas baleares no se apuntan al tema de los países catalanes. Los equipos de fútbol catalanes deberían montar una liga propia. Si no me he informado mal, los únicos equipos catalanes que hay actualmente en la primera división son el Barça y el Espanyol. Sin ánimo de polémica, creo que podemos afirmar que la diferencia de resultados entre ambos equipos es notoria. El resto de equipos catalanes han hecho alguna incursión en la primera división pero lo habitual es que no estén en ella.

Así las cosas, una liga catalana de fútbol sería algo monótona. Pero no nos engañemos: una institución de renombre internacional como el Barça lo es, no sólo por lo que gana, sino por los contrincantes que supera. Así las cosas, el mundo perdería interés en el equipo. Incluso los de casa se aburrirían de ir a ver unos partidos que no serían un reto. Es posible que socios de toda la vida, dada la crisis en la que estamos llegaran a dar de baja: después de dejar de pagar la hipoteca, el agua, la luz y el gas y no poder pasar por el súper a partir del día 10 de cada mes, tal vez dejarían de pagar también la cuota de socio. Así las cosas, sin oponentes que marcaran retos y con las finanzas menos saneadas, el equipo entraría en decadencia.

Es posible que finalmente la liga catalana quedara equilibrada, pero a la baja. Los turistas dejarían de comprar camisetas y visitar el museo del barça. Con los años, quizás incluso el Nou Camp acabaría pareciendo el coliseo de Roma y la gente entraría preguntándose como aquello podía haber sido más que un club.

¿Realmente estamos preparados para asumir un desastre como éste? Personalmente creo que no. Por lo tanto, luchar por la independencia pasa indefectiblemente por conseguir un buen plantel de equipos de fútbol catalanes, capaces de protagonizar una liga atractiva, y eso no se consigue así como así; requiere mucho tiempo. Mientras tanto, cualquier veleidad independentista está condenada al fracaso.

Ya tengo otro capítulo del libro "Cómo hacer amigos".

No hay comentarios:

Publicar un comentario