martes, 16 de octubre de 2012

Asimetrías

Traducción de Asimetries

Últimamente se está hablando mucho de asimetrías en la organización territorial de España. Tanto de las que hay actualmente, como de las que se podrían incluir en el sistema para que refleje mejor la realidad. Ya lo había comentado en septiembre a la entrada El rompecabezas, pero creo que la creación de autonomías simétricas provocó más confusión que otra cosa.

Hace unos días se publicó un avance de resultados del barómetro de septiembre de 2012 del CIS. En él aparecía un cambio significativo en la distribución de población ante la pregunta de cómo se querría que fuera la organización territorial. La comparativa con los resultados de 2010 es la siguiente:

Opción
2010
2012
Variación
Estado sin autonomías
14,1%
24,5%
10,4%
Menor autonomía
11,2%
14,5%
3,3%
Sin cambios
42,3%
29,4%
-12,9%
Mayor autonomía
16,6%
9,1%
-7,5%
Reconocimiento de posibilidad de independencia
6,5%
8,9%
2,4%
No sabe
8,1%
11,4%
3,3%
No contesta
1,2%
2,3%
1,1%


Los resultados que se ha publicado son un avance y no se puede ver todavía la distribución por comunidades autónomas, que sí está disponible para la encuesta realizada en 2010. Para clasificarlas de alguna manera, he asignado a cada una de las cinco opciones pesos del 0 al 2, puntuando su asimetría. El resultado es:


Nombre·Comunidad·autónoma
Coef.
Sin
auton.
(0)
Menor
auton.
(0,5)
Igual
auton.
(1)
Mayor
auton.
(1,5)
Posib.
indep.
(2)
Castilla y León
0,72
24,4
14,6
38,6
10,3
1,2
Comunidad de Madrid
0,72
21,0
17,0
42,0
6,6
1,6
Aragón
0,72
24,7
17,4
34,2
15,2
0,4
Principado de Asturias
0,79
15,9
18,6
43,2
9,8
1,9
Castilla-La Mancha
0,81
17,4
13,9
45,3
11,8
1,5
Región de Murcia
0,83
16,4
8,3
56,3
8,7
0,6
Comunidad Valenciana
0,84
18,3
11,9
42,2
14,3
2,9
Cantabria
0,85
16,1
15,6
37,1
16,7
2,3
Galicia
0,87
13,3
14,3
49,8
13,5
1,7
Ceuta
0,88
18,0
16,0
37,2
18,4
5,2
La Rioja
0,88
12,2
13,9
49,3
14,4
1,0
Extremadura
0,91
13,9
7,6
52,7
17,4
0,4
Andalucía
0,94
8,5
10,5
53,8
13,6
1,9
Melilla
0,98
14,8
8,8
36,8
18,4
8,0
Canarias
1,01
9,4
9,8
47,9
25,5
2,6
Islas Baleares
1,03
12,2
12,6
32,5
29,3
6,4
Comunidad Foral Navarra
1,16
4,5
4,2
52,8
17,2
13,0
Cataluña
1,27
10,7
4,8
26,2
29,3
23,6
País Vasco
1,35
1,8
3,6
36,2
28,4
21,9
TOTAL
0,95
14,1
11,2
42,3
16,6
6,5

Habrá que ver qué pasa cuando publiquen el detalle de este año, pero es posible que esta ordenación se mantenga esencialmente igual. Al principio de la lista están las comunidades simétricas. Son las que aprobarían una reducción de la autonomía con mayor facilidad. Si miramos sus parlamentos autonómicos, están compuestos básicamente por los partidos de ámbito estatal. En los primeros puestos de la lista Aragón es la excepción, pero los partidos locales (PAR y CHA) no venían de antes de la democracia. En cambio, en las comunidades más asimétricas, los parlamentos respectivos están compuestos por formaciones no estatales.

En Cataluña, prácticamente todas las fuerzas políticas actuales vienen de partidos creados antes de la muerte de Franco y que eran de ámbito exclusivamente catalán. ERC y UDC ya existían durante la Segunda República. También el PSUC, que forma parte de las raíces de ICV y de EUiA. CDC se fundó justo antes de morir Franco. El PSC sí recogió la federación catalana del PSOE, pero también intervinieron formaciones socialistas de implantación únicamente catalana. El único partido con una representación significativa que es exclusivamente de ámbito estatal es el PP, aunque en Cataluña le añade una C final a las siglas. Es cierto que el PSC va junto al PSOE, pero eso le ha supuesto todos estos años unas tensiones internas que parecen haber terminado estallando.

Así pues, creo que un buen criterio para valorar la asimetría de una comunidad es examinar qué estructuras políticas tiene. Si son una prolongación de las estatales, es muy posible que los ciudadanos vean también la comunidad autónoma como una prolongación del estado y, por tanto, que valoren la autonomía como prescindible. Si las estructuras son diferentes, autóctonas y tanto de derechas como de izquierdas (o sea transversales), está claro que tienen una entidad política propia y eso les debería definir como pueblos con derecho a decidir su futuro. Si, además, son anteriores a la instauración de las autonomías, como es el caso de Cataluña, no se puede responsabilizar de su creación al sistema educativo o a los medios de comunicación públicos, ya que vienen de mucho antes de la instauración de la Generalitat.

Una vez establecidas estas asimetrías, hay que ver cómo se les da salida, porque está claro que es una realidad y que, si no se hace nada, la situación se irá enrareciendo cada vez más. Por el momento, la mejor respuesta que had dado desde el gobierno del PP ha sido cuando han callado, porque cuando abren la boca apuntan algunos independentistas más a la lista. El PSOE va hablando de federalismo, pero no se acaba de entender muy bien qué diferencia supondría con respecto a la situación actual, más allá de un cambio de nombre. El PSC ha hecho la propuesta de un federalismo asimétrico donde Barcelona fuera cocapital y acogiera organismos e instituciones como el Senado, por ejemplo. No sé si es una buena solución. Yo creo que lo que se quiere en Catalunya es una mayor capacidad de organizarnos, no que se instalen organismos que tampoco dependerían de Cataluña, sino del gobierno español y el único beneficio sería traer negocio hacia aquí. Negocio institucional, que es precisamente el que está en el punto de mira de los recortes.

En todo caso, la solución que se adopte debería blindar ambas partes contra utilizaciones partidistas para obtener réditos electorales porque, aunque la base de las tensiones existe más allá de los partidos, la tentación de usar el tema como cortina de humo para los dos bandos es demasiado fuerte. Y si no, mirad cómo se frota las manos Mas a la espera de una mayoría absoluta, después de unos resultado desastrosos en la legislatura. Y el PP va atizando este fuego: mientras navega entre recortes y rescates consigue balones de oxígeno defendiendo la indivisibilidad de España.

Desde la oposición, ERC se ha centrado prácticamente del todo en encontrar el camino más rápido hacia la independencia y sólo hace menciones puntuales a las políticas sociales. El PSC se focaliza mucho más en el fracaso de Mas en el objetivo de levantar la economía, pero el intento de encontrar alternativas a la independencia le hace perder fuerza y ​​desvía su mensaje. Para mí, quien se ha posicionado de una manera más correcta ha sido ICV-EUiA, que ha aceptado el derecho a decidir de los catalanes sin complejos, como algo evidente y natural. No plantea la independencia ni como un abismo ni como Ítaca, simplemente como una posibilidad más a tener en cuenta. Y esto le ha permitido volver a focalizarse en los problemas realmente importantes que son el paro, la pobreza y las desigualdades cada vez mayores.

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