martes, 3 de septiembre de 2013

¿Unidad o uniformidad?

Traducción de Unitat o uniformitat?

La propuesta #EncerclemLaCaixa del Procés Constituent para el 11 de septiembre consiste en crear un lazo en la Via Catalana que rodee de la sede de La Caixa, y está siendo polémica. La mayoría de críticas que he leído apuntan a que es inoportuna, que el 11 de septiembre hay que centrarse en la de independencia y dejar el resto de reivindicaciones para los demás días del año. Hace unos días leí una crítica especialmente virulenta: La cagaradeta del Procés Constituent. Supongo que la animadversión que siente el autor hacia la propuesta del manifiesto lanzado por Arcadi Oliveres y Teresa Forcades, le hizo ser especialmente agresivo. De aquella lectura ha salido esta entrada, pero no para rechazar el tono en el que está escrito el comentario (que encuentro deplorable), sino para hablar de la manera como defiende la unidad de acción. Hay una pequeña anécdota en el texto, que para mí es simbólica: en el primer párrafo habla de que el país es de todos y de todos colores e ideologías, pero en el tercero carga contra los que quieren expresar su opinión con una camiseta de color diferente a la de la convocatoria de la ANC (Assemblea Nacional de Catalunya, organizadora de la Via Catalana). Ya sé que la mención a las camisetas es un ejemplo, un detalle, pero me hace pensar que, más que la unidad, lo que está defendiendo es la uniformidad. Quizás se entenderá mejor lo que quiero decir si cuento los motivos por los que me he apuntado a rodear La Caixa.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que la convocatoria no se ha hecho de espaldas a la ANC, sino de forma coordinada. Es por eso que los que nos apuntamos a este tramo contaremos también, sumaremos dentro del cómputo total de participantes, no restaremos. Pero en mi caso, aún es más claro que no será una resta, porque no hubiera participado en la Vía Catalana y, en cambio, sí iré a rodear La Caixa. Y es que el error en que se cae a menudo es pensar que, en una hipotética consulta, todos los que votarían a favor de la independencia lo harían por las mismas razones.

El autor del comentario citado señala como la causa principal de nuestros males el llamado expolio fiscal de España. Según este razonamiento, una vez terminado este expolio todo será más fácil y ya podremos resolver los problemas de Cataluña. Este es el mensaje que nos transmiten CDC y ERC casi a diario. Yo no creo que este sea el problema más importante al que nos debemos enfrentar para solucionar nuestros problemas. Para mí es mucho más grave el expolio social al que estamos sometidos. Es mucho más grave que se respeten los derechos adquiridos de los poderosos, mientras se pisan y se destruyen los del 99% de la población. El cálculo de las balanzas fiscales no deja de ser una simulación, no se puede tomar como un dogma de fe, como una certeza. No creo que se pueda afirmar que los trabajadores de las otras partes del Estado nos estén quitando nuestros recursos. Lo que sí tengo claro es que los poderosos están expoliando a los trabajadores, los parados y los pensionistas. Las diferencias son cada vez mayores, no sólo porque bajen los de abajo, sino también porque suben los de arriba. Y este desequilibrio está en todos los niveles: mundial, europeo, español y catalán. Creo que las prioridades con las que se están gastando los recursos actualmente no son las correctas, aunque haya poco margen de maniobra a nivel de la Generalitat.

Y entonces, ¿por qué votaría a favor de la independencia actualmente? Yo no tendría problema en estar en un Estado español que entendiera y respetara la identidad de los diferentes pueblos que lo componen actualmente. Pero la respuesta que se ha dado desde los diferentes estamentos del estado a la aprobación del Estatuto primero, y a la celebración de una consulta de autodeterminación después, me han dejado claro que este encaje no es posible, que hay unas visiones tan diametralmente opuestas de lo que es España, que no veo que se puedan conciliar. Pero hay un segundo motivo para votar a favor de la independencia y se concretó en abril, con la presentación del manifiesto por el Proceso Constituyente: la creación de la nueva República catalana puede permitir replantear el modelo de estado que queremos y construir uno nuevo, centrado en las personas.

Así pues, desde mi perspectiva no tengo claro de apuntarme a una Via Catalana per la independència, sin más contenido. Para mí la independencia no es la meta más importante y me incomoda la lectura que se hará de mi participación el día siguiente. Y el ejemplo más claro es lo que ocurrió con la manifestación del año pasado. Si CiU no hubiera cometido el error táctico de anticipar las elecciones, pensando que sacaría mayoría absoluta, ahora estaría sumando los participantes como apoyos a su política, cargando contra el expolio fiscal y apoyando los recortes.

La cadena que rodeará La Caixa me permite expresar mi suma al proceso de independencia, pero mi resta de los que piensan que todos nuestros males vienen de fuera de Cataluña, que no tenemos nada que revisar en nuestra casa. Para mí no vale cualquier tipo de independencia, sino que quiero una que sirva para hacer una revisión integral. Para mí, la independencia no es el objetivo, sino la mejor opción de relación con el resto de los pueblos de España, dadas las alternativas actuales, y una buena oportunidad para darle la vuelta al capitalismo que nos está comiendo .

Es en este sentido que creo en la unidad del acto, pero no en su uniformidad.


P.D.: Algunas entradas de hace un año creo que ayudan a clarificar mi postura sobre todo esto:

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